Las comunicaciones por mail y las convocatorias de reuniones tanto presenciales como virtuales permitieron crear una red direccional en la que se estudió el rol que cada uno de los empleados cumplía, dependiendo de los distintos indicadores matemáticos obtenidos, lo que permitió la detección de roles ocultos, disfunciones y estructuras inconexas dentro de la organización.
El proyecto se desarrolla en una empresa multinacional y multisectorial de más de 30.000 empleados y nace desde la observación de determinadas funciones que dentro de la organización tenían una función importantante en la transmisión de conocimiento y fijación de protocolos en unidades geográficamente distante. La estructura de las comunicaciones dentro de estos equipos y entre ellos permitió detectar dinámicas no esperadas y no ajustadas a lo esperado según la estructura formal de la compañía. Este análisis de los equipos permitió detectar que determinados empleados cumplían roles que iban más allá de lo esperado y detectar disfunciones en puestos que se suponía debían estar más involucrados.
Durante el proyecto se incluyeron datos de las comunicaciones vía email y las convocatorias de reuniones estos datos fueron limpiados de tal manera que previo a su uso se eliminaron tanto el asunto como el contenido de los mails y las convocatorias, además de quitar aquellos emisores o destinatarios fuera del dominio corporativo. Con ello se creó un red direccional con vinculaciones a las que se asigna un peso dependiendo del número en que aparecen, eliminando aquellas de relevancia ocasional y que no representan un flujo de trabajo real. También se incorporan datos operacionales para ver si la red está influida o influye en su distribución.
Para la realización del análisis se utilizaron las técnicas habituales de Organizational Network Analysis (ONA) para la generación de los distintos indicadores de comportamiento en redes asociados a cada uno de los empleados del estudio. Además también se realizaron con esos indicadores algoritmos de clusterización para la detección de clusters de comportamiento homogéneo que permitieran una clasificación más clara del comportamiento de los empleados.
Se hizo un estudio de detección de comunidades y se trabajó la topología de la red con el objetivo de visualizar de una manera más clara las comunidades, el rol de los empleados y el posicionamiento de la información de negocio sobre la red.
Para la realización del análisis se utilizó un técnica analítica conocida como «Análisis de Supervivencia» que nos permitió, como primer paso conocer cuáles de nuestras variables iniciales eran relevantes para el problema de abandono, después obtuvimos un indicador de riesgo para cada empleado y posteriormente obtener en base a las variables relevantes en el análisis, el perfil de riesgo individual de cada empleado. Obteniendo un perfil de riesgo «compañía».
Los indicadores individuales de comportamiento en red nos permiten detectar como un empleado se desarrolla en su trabajo dentro de la red. Este comportamiento debe ser posteriormente comparado con lo que se esperaría según la estructura formal lo que permite detectar diferencias y son estas las que nos permiten establecer si se trata de una persona que cumple un rol más allá de lo esperado o bien un comportamiento disfuncional. Esta análisis permite localizar empleados de alta influencia en la red, trabajadores muy demandados o que solicitan mucha información, cuellos de botella, liderazgos muy controladores o líderes y referentes técnicos ocultos para la organización.
La topología de la red, representa como la red se articula y permite ver de una manera gráfica el comportamiento de los empleados en su posicionamiento en red. Nos permite visualizar cómo se organizan las distintas comunidades detectadas y poder comprobar de manera mucho más visual y más fácil de transmitir los roles que cumplen los empleados.
Fue muy interesante en este proyecto comprobar cómo había comunidades con una densidad muy alta pero con un alto nivel de desconexión con el resto formando casi equipos aparte de la estructura general. En algunos casos se detecto a figuras muy poderosas dentro de esta red que eran prácticamente las únicas conexiones de estos equipos con la red. Pudimos observar la compañía desde un punto de vista diferente y desconocido hasta ahora.
El proyecto permitió a la compañía introducir en sus análisis una dimensión hasta ahora no tenida en cuenta basada en las relaciones de los empleados. Permitió la corrección del trabajo de determinadas posiciones, detectó talento oculto para la organización hasta ese momento, posiciones colapsadas por un exceso de demandas.
La organización pudo ver cuándo los procesos reales de trabajo sobrepasaban la estructura departamental, y cómo aparecían comunidades multidepartamentales.
Otro hallazgo del proyecto fue la posibilidad de detectar de una manera más correcta agentes de cambio o embajadores que movilicen de una manera más eficaz a la organización.
El proyecto finaliza estableciéndose como periódico para ver la evolución de la red y poder validar las acciones de integración de equipos y transformación de roles emprendidas por el área de recursos humanos.